Los datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística de Holanda revelaron que durante el curso académico 2021/2022 el cuarenta por ciento de los estudiantes de las universidades holandesas eran internacionales. Desde el curso 2005/2006 esta cifra se ha cuadruplicado, y este incremento, que también supone un problema en las instalaciones universitarias, unido a la escasez de alojamiento en el país, han llevado al gobierno holandés a adoptar nuevas medidas para frenarlo.
La Cámara de Representantes de los Países Bajos ha pedido recientemente a las universidades holandesas que dejen de reclutar estudiantes internacionales y no se promocionen ni asistan a ferias universitarias y profesionales fuera del país. El Ministro de Educación, Cultura y Ciencia, Robbert Dijkgraaf, anunció que presentará un plan en febrero para abordar el problema. Sin embargo, los miembros del parlamento insistieron en que debería hacerse incluso antes de febrero, ya que es un tema que debe resolverse de manera inminente.
El incremento de solicitudes de estudiantes internacionales ya había generado algunos cambios en el proceso de solicitud de admisión, como por ejemplo, la incorporación del pago de una tasa de alrededor de cien euros con el envío de la solicitud o la exigencia de algunas universidades para que una vez que el estudiante se da de alta en Studylink termine la solicitud en un tiempo determinado y evitar así solicitudes sin completar.
Algunas universidades de ciencias aplicadas, como Saxion, argumentan que es necesario un enfoque más matizado. Según su criterio, la internacionalización tiene un gran valor para su sistema educativo y es esencial en el desarrollo de algunas regiones del país. Por ejemplo, en el área de los Países Bajos orientales, los estudiantes internacionales son clave para el mercado laboral ya que, debido a la disminución de la población, se enfrentarán a una escasez de jóvenes profesionales en los próximos años. Además, insisten en que no suponen competencia por las plazas universitarias para los estudiantes holandeses y que, en algunas zonas, como en el este del país, la escasez de vivienda tampoco es un problema grave.
En los próximos meses veremos qué medidas se proponen para afrontar esta situación y cómo afectarán a los futuros estudiantes.